La Navidad del Papu Gómez comiendo bondiola en la Costanera con su familia opacó el glamour de las comparaciones con David Beckham

Alejandro "Papu" Gómez y su pareja Linda Raff reeditaron la icónica foto del “sánguche en la Costanera” y la publicación se volvió viral. Luego de las celebraciones por la Navidad, el Papu y su esposa se dirigieron a la reconocida avenida Rafael Obligado en la Ciudad de Buenos Aires y junto a sus hijos comieron el popular sánguche de bondiola.

Los jugadores de la Selección argentina no paran de generar situaciones que rápidamente se convierten en virales. Así lo hizo volante ofensivo con su pareja.

La imagen fue compartida por la pareja en sus cuentas de Instagram y contó con gran cantidad de mensajes. Muchos destacaron incluso sus poses idénticas a la foto que se habían sacado en 2006. “La próxima como abuelos”, bromeó el otro campeón del mundo Nicolás Tagliafico.

La foto de este domingo es un reedición de otra, sacada hace 16 años en el mismo lugar y publicada años después por el jugar. “Año 2006 y comiendo un sánguche de bondiola en la costanera con Linda Raff”. Esa frase que se viralizó hace algunos años marca cómo se puso en marcha la historia de amor que tiene como protagonistas a al Papu y su esposa.

Ya se conocían del colegio cuando empezaron a salir en una época donde el futbolista tenía 17 años y comenzaba a posicionarse con su casi 1.70 metros en la primera de Arsenal de Sarandí. Con el paso de los años, el mediocampista creció en su carrera deportiva y tras ser clave en la histórica consagración en la Copa Sudamericana del Viaducto en 2007 llegó a San Lorenzo. En 2010 tuvo su primera experiencia internacional en el Catania italiano y nunca más volvería al fútbol local.

En 2012, Gómez y Raff se casaron y más tarde tuvieron a sus hijos Bautista (9), Constanza (6) y Milo (3). Esa foto de los cinco terminó de conformar una coraza muy especial para el jugador, porque como él mismo se encargó de decir, su familia es clave.

Papu y Linda se muestran divertidos en las redes sociales. Es normal verlos compartir publicaciones graciosas y diferentes desafíos, pero también aprovechan su popularidad para mostrar mensajes positivos que les enseñan a sus tres pequeños. Uno muy claro fue cuando, en una casa de juego que instalaron en el jardín de su casa en España, dejaron varios mensajes optimistas como una especie de normas para sus hijos.